Un comentario
No quiero salvarme ni que me salven
Lo siento
Lo imposible está fuera del alcance. Que idiota es malgastar energías por lo inalcanzable. Que absurdo no poder controlar ese desgaste.
Sonaron las trompetas y despertaron de la muerte a innumerables almas, que regresaron a sus cuerpos rotos y heridos y a la vida, rezongando y protestando, porque aquellos simulacros nunca conducían a nada.