Un lugar vacío y en desorden

domingo, noviembre 26, 2006

Un comentario



Soy un tranquilizante. Funciono en casa, soy eficaz en la oficina, me siento en los exámenes, comparezco ante los tribunales, pego cuidadosamente las tazas rotas. Sé qué hacer con la desgracia, cómo sobrellevar una mala noticia, disminuir la injusticia, iluminar la ausencia de Dios, escoger un sombrero de luto que quede bien con una cara.A qué esperas,confía en la piedad química. Entrégame tu abismo, lo cubriré de sueño, me estarás agradecido por haber caído de pies.
Véndeme tu alma.No habrá más comprador.
Ya no hay otro demonio

2 Comments:

At 10:31 a. m., Anonymous Anónimo said...

o tal vez no, tal vez empeñar el alma durante unos años y luego volverla a comprar, luego recuperarla con el dinero que hayamos conseguido. y vivir como si nunca más nos hiciese falta el dinero.

 
At 8:37 p. m., Anonymous Anónimo said...

Si que hay otros demonios...pero ya no quedan almas que vender...

 

Publicar un comentario

<< Home