Un lugar vacío y en desorden

viernes, diciembre 22, 2006

Un comentario


No consigo saber quién es el amo aquí. Cambio bajo mi piel de perro a lobo. Cada noche desgarro a dentelladas todo lazo ceñido al corazón, y cada amanecer me encuentro con mi jaula de obediencia en el lomo. Si devoro a mi dios uso su rostro debajo de mi máscara, y sin embargo sólo bebo en el abrevadero de los hombres un aterciopelado veneno de piedad que raspa en las entrañas.

2 Comments:

At 1:49 p. m., Anonymous Anónimo said...

los hombres se alimentan de piedad. se autoconvencen de su propia debilidad y de su propia fuerza. de su poder y de su miseria. la realidad es otra, que no pertenece al lobo ni al perro. la realidad es que somos perros-lobo. tan fuertes que ni siquiera el cielo puede detenernos, tan débiles que una pluma basta para rompernos en lágrimas. somos el aire... en una u otra dirección, con más o menos intensidad, sin que podamos controlarlo totalmente.

 
At 3:08 p. m., Anonymous Anónimo said...

Se amo de ti mismo... aunque te sientas lobo, perro o aire...aunque sientas que la piedad te desgarra las entrañas, que ni el cielo te puede deterner...o que una simple pluma puede romperte en mil pedazos...da gracias...porque puedes sentirlo...

 

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